martes, 28 de mayo de 2013

VIOLENCIA MASCULINA EN EL HOGAR CAP. 2





CAUSAS DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.

La interpretación biológica:
Considerada como una respuesta de supervivencia de un individuo u organismo a su medio ambiente. Esta idea es importante porque nos ayuda a entender las razones por las que una persona cree que tiene que ser violenta con otra.
Diversos profesionales afirman que la violencia es parte de la estructura biológica del hombre.
La violencia es selectiva: cuando el hombre violento se encuentra con una persona más fuerte que él decide evitar el choque. Si la violencia está predispuesta genéticamente, automáticamente podríamos sugerir que, aunque la otra persona fuera de mayor tamaño o de mayor fuerza, esto no tendría influencia en cuándo, y cómo y contra quién se comete la violencia.
La violencia en el hogar es selectiva y va dirigida hacia quien tiene menos poder físico y especialmente social.

La interpretación psicológica:
La segunda interpretación asume que el hombre violento tiene un problema psicológico o psiquiátrico y por eso es violento. Si el hombre se siente vulnerable y con baja autoestima la pregunta debería ser: ¿por qué se siente así? En lugar de tratar de encontrar un desajuste interno, sería mejor buscar un desajuste externo en el que el individuo se mide con otras personas y esto ubica el problema en los espacios social y cultural.
Se ha creado una forma de tratamiento en la que se le permite al hombre "sacar" su enojo golpeado almohadas y gritando, para entender y expresar adecuadamente esa emoción.
Este tipo de tratamiento se conoce como "control de ira".
Otra explicación paralela es la psiquiátrica. Está interpretación sugiere que el hombre tiene una enfermedad mental grave y por eso es violento con su pareja.



La interpretación de la perspectiva de género:
La violencia en el hogar tiene objetivos muy específicos que no necesariamente tiene que ver con la supervivencia del individuo. Cuando el hombre es violento con su parejo, su objetivo es tenerla bajo control para obtener beneficios al disponer de los recursos de ello.
Dicho de otro modo, la violencia en el hogar es una forma de imponer la esclavitud de una persona para que le sirva otra.

El patriarcado es entonces un sistema de relaciones sociales que usa a los individuos para imponer el control sobre si mismos y sobre otros para usar recursos y reforzar el dominio del superior.

Pautas para entender la relación entre masculinidad y violencia:
Las características de la masculinidad están directamente relacionadas con el potencial de violencia del individuo. Por esto es necesario analizar qué es la masculinidad.
 Según Gilmore, la masculinidad es "La forma aprobada de ser hombre adulto en una determinada sociedad".
Dos factores importantes para obtener esta aprobación son la diferenciación y la identificación. “La diferencia es un punto clave para el desarrollo de la masculinidad” , pues el hombre aprende desde pequeño a "ser diferente de la persona con quien más contacto tiene” : su madre.

El espacio intelectual y la masculinidad:
Es aquel donde se genera ideas para entender lo que está sucediendo, mediante estructuras simbólicas basadas en definiciones de las causas de un hecho con la utilización de conceptos conocidos.
El espacio intelectual es el más importante para la masculinidad y el hombre violento, porque es ahí donde realmente es el jefe, el superior y el que ordena.
El lenguaje es también una manera de comprobar su superioridad. Todas las groserías están encaminadas a sobajar a la otra persona y mantener al que las dice por arriba de los demás.

El espacio físico y la masculinidad:
El espacio físico es también fundamental para la masculinidad y para el hombre violento, porque es allí donde comprueba a sí mismo que es superior, es cuando cree obtener una prueba empírica.

Los deportes son muy importantes para el hombre porque establecen una competencia para reforzar su identidad superior, al ganarle a otros.



El espacio emocional y la masculinidad:
Está formado por sentimientos o emociones propias de cada persona. Son los sentimientos y expresiones de una persona respecto de sí misma o de otras personas o situaciones. El espacio emocional es la forma individual de procesar internamente su relación con el mundo externo e interno.

El espacio emocional es el menos desarrollado en el hombre. Lo ve con recelo porque las emociones lo hacen sentir vulnerable, pues se requiere flexibilidad para procesarla.

El espacio social y la masculinidad:
Es aquel donde se desarrollan contactos, interacciones e intercambios con otras personas. Para el hombre, este espacio es otra oportunidad para comprobar que es superior.
El hombre violento usa el espacio social como un aspecto que también debe controlar. Este espacio está integrado por las personas con las que él se involucra, y por las características de está interacción.
El espacio social es siempre un medio de competencia para el hombre y por lo tanto una forma de reafirmar su identidad superior.

El espacio cultural y la masculinidad:
Son las diversas formas de procesar la realidad de acuerdo con parámetros establecidos mediante el aprendizaje que el individuo ha recibido en su grupo social más inmediato: su familia, grupo económico, religioso, educativo y geográfico.

Causas de la violencia del hombre en el hogar:

Dos aspectos están siempre presentes:
·         El hombre se cree superior a su pareja y a la naturaleza.
·       Al creerse superior, hace todo lo posible para imponer esta superioridad y la única forma que conoce de hacerlo es ejerciendo un control mediante la violencia.
En nuestra sociedad creemos que un hombre que no controla a "su mujer" no es "suficiente" hombre, y por lo general esta inhabilidad de mantenerse como superior tiene un castigo.

Para el hombre es mortal convertirse en algo que no sea un hombre superior, pues nada le sirve parecerse o ser como su pareja - mujer.
Cuando su pareja pide o exige igualdad, el hombre se siente en peligro mortal. Hemos denominado a esta sensación "Riesgo fatal", y es el momento en que cree que está a punto de morir porque su identidad de superior ya no existe.


Para detener su violencia, el hombre necesita aceptar primero que su pareja es igual a él y tratarla como tal, lo que significa alejarse de la identidad machista de superioridad, reconocer y apoyar los espacios de su pareja y aprender a relacionarse en una forma cooperativa, igualitaria, equitativa, justa y democrática.





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